A medida que la tecnología avanza, las
personas que la utilizan se vuelven, cada vez, más
perezosas. Pensamos que como existe un dispositivo capaz de hacer cierta tarea,
no es necesario que la sepamos hacer nosotros por nuestra parte, y a
consecuencia de eso, vamos atrás.
Como usuaria frecuente de los dispositivos "idiotizadores" que crean
los avances actuales, pienso que es importante que nos demos cuenta de la
importancia que tiene saber hacer uso de ella, pero a su vez, ser capaces de
solucionar ciertos problemas que se nos planteen sin su ayuda. Aún así, la comodidad que
nos proporciona la tecnología
no tiene límites: podemos
tener miles de libros para leer en un dispositivo que pesa unos pocos gramos,
podemos calcular difíciles integrales y
ecuaciones usando solo unas pocas teclas de la calculadora y hasta podemos
controlar nuestra dieta diaria a partir de una aplicación móvil con alarma, y
aunque todo eso ya esté en
nuestras manos en la actualidad, sigue sin ser del todo ideal.
¿Quien no se ha ido
alguna vez a la cama con ganas de leer algún
libro, consultar sus redes sociales o incluso echar alguna partida en algún juego? Eso es así, somos así, pero no podemos
evitar quejarnos de que el smartphone y la cama no son buenos amigos, es decir,
tener que sostener un móvil en alto (sobre
la cabeza) para poder ver correctamente y que se nos cansen los brazos, o
incluso, que se nos resbale el móvil
y se nos caiga encima. Para evitar eso y permanecer con nuestra mala costumbre,
adquirida recientemente, de evitar esfuerzos me viene a la mente de crear un
dispositivo que funcione a modo de proyector del móvil, y que sea
capaz de reproducir lo que aparece en pantalla, en una pared o en una lona.
Existen los cables adaptadores que al
conectarse en un puerto tipo VGA lo transforman en HDMI, por ejemplo, y de
igual forma existe el adaptador que transforma el puerto del Iphone en HDMI
(también en los
dispositivos Android y demás sistemas). Este
cable adaptador se debería conectar pues a
un pequeño proyector de
bolsillo con emisión de luz tipo LED y
puerto HDMI de entrada. Para hacerlo más
cómodo, el pequeño proyector estará equipado
con dos pequeñas palancas, una a
cada lado, para poderlo poner en dirección
a una pared lateral o en dirección
al techo usando las dos palancas. Con este sistema, podremos estar tumbados en
el sofá de
casa y ver lo que queramos mientras estamos de lado, o en la cama estirados
boca arriba descansando o con nuestra pareja viendo una película.
A continuación me complace mostrar un ejemplo de lo que sería mi propuesta, seguro que también pensada anteriormente por muchos. Este es un diseño no implementado todavía, pero el resultado final se expresa a la perfección.
En el ejemplo, el adaptador y el dispositivo es uno de
la compañía Apple, aunque
también se puede hacer
para otros dispositivos, y lo único
que se tendría que cambiar sería el adaptador. Tal
y como se ve en el ejemplo mostrado, el proyector es del tamaño del teléfono móvil, por lo que se
puede transportar fácilmente y llevarlo
con nosotros en todas partes. Funciona por un sistema de baterías formado por
pilas recargables y también con una conexión directa a la
corriente. En un inicio se desconoce por completo a la distancia a la que se
pretende reproducir las imágenes,
por lo que el proyector dispone de un sistema de enfoque para adaptarlo así a
las distintas distancias (se trata de una pequeña
rueda situada sobre el objetivo).
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